Cuidado de los animales: Una prioridad absoluta

La principal prioridad de los ganaderos es proteger la seguridad, el bienestar y la salud tanto de sus animales como de las personas que consumen carne de res. Los ganaderos y agricultores siguen pautas de cuidado animal basadas en la ciencia, adoptadas por toda la industria, y trabajan en conjunto con veterinarios para garantizar una atención médica de primer nivel para sus rebaños.

Durante un brote de fiebre aftosa, los ganaderos y agricultores aplican los mismos principios de bienestar animal que practican a diario. Estas prácticas suelen estar certificadas a través de programas de la industria, como el programa de Seguridad de la Calidad de la Carne (Beef Quality Assurance, BQA) y el de Seguridad de la Calidad de la Carne de Cerdo (Pork Quality Assurance, PQA). Estos programas ayudan a desarrollar y mantener planes de salud del rebaño que siguen buenas prácticas veterinarias y agrícolas basadas en evidencia científica. Además, aseguran que los animales sean manejados de manera que se minimicen el estrés y las lesiones, priorizando siempre su salud y bienestar.

Síntomas de la fiebre aftosa

La fiebre aftosa no suele ser mortal para los animales, pero se propaga rápidamente y causa enfermedades graves en el ganado. Los primeros signos incluyen fiebre, letargo, pérdida de apetito y ampollas dolorosas en las patas y la boca. Aunque estas ampollas pueden curarse, pueden dar lugar a infecciones secundarias, como infecciones en las patas o mastitis, que resultan muy dolorosas para los animales y pueden tardar mucho tiempo en sanar. De hecho, una vez que los animales se enferman, rara vez recuperan por completo la salud y el tamaño que tenían antes de infectarse.

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Monitoreo + prevención

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Family in field with cattle

Seguridad del consumidor

La fiebre aftosa no representa una amenaza para la seguridad alimentaria ni para la salud humana, según el USDA, la FDA, los CDC y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Preguntas frecuentes

Según el USDA, la FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fiebre aftosa no representa una amenaza para la seguridad alimentaria ni para la salud humana. El consumo de carne y leche es seguro.
Por lo general, la fiebre aftosa no es mortal para los animales, pero se propaga rápidamente y causa enfermedades graves entre el ganado vacuno, porcino y otros animales con pezuñas hendidas (o divididas). Los primeros signos incluyen fiebre, letargo, pérdida de apetito y ampollas dolorosas en las patas y la boca. Aunque estas ampollas pueden curarse, podrían provocar infecciones secundarias, como infecciones en las patas o mastitis, que resultan muy dolorosas para los animales y pueden tardar mucho tiempo en sanar.
La fiebre aftosa es una enfermedad muy grave para los animales de pezuña hendida, por lo que es fundamental evitar que ingrese a los Estados Unidos y contenerla de inmediato si llegara a cruzar nuestras fronteras. Los animales que contraen la fiebre aftosa pueden presentar fiebre, letargo, pérdida de apetito y ampollas dolorosas en las patas y la boca. Aunque estas ampollas pueden curarse, podrían provocar infecciones secundarias, como infecciones en las patas o mastitis, que resultan muy dolorosas para los animales y pueden tardar mucho tiempo en sanar.
Los síntomas de la fiebre aftosa, como las ampollas, suelen curarse en un período de aproximadamente 10 días. Sin embargo, las afecciones secundarias derivadas de la enfermedad, como las infecciones en las patas o la mastitis, pueden tardar mucho más en sanar. De hecho, una vez que los animales se enferman, rara vez recuperan por completo la salud y el tamaño que tenían antes de infectarse.
Sí. Los ganaderos y agricultores incrementarán los protocolos de limpieza y desinfección en todos los equipos agrícolas y de transporte, limitarán el acceso a las explotaciones agropecuarias y exigirán el uso de ropa y calzado limpios o desechables cuando sea necesario ingresar. Además, aumentarán el monitoreo de la salud animal y de posibles enfermedades, lo que incluye revisar a los animales con mayor frecuencia.